Emergen estos amores
con talentos merecidos
llamando a los bendecidos
a tierra de agricultores.
Unos vuelan cual saetas
flechando los corazones
afirmando las ilusiones
de esta criolla pareja.
Que en la calle Carampangue
los invita muy contentos
a celebrar su casamiento
en la nación de Talagante.
Estaremos de amanecida
dichosos los corazones
y sus buenas predicciones
al aguaite de su venida
que matrimonios abundan
en el mundo millonario
pero en el veterinario
las ternuras se saturan
cuando los seres queridos
aceptan este convite
que ni una vez se repite
en estos campos floridos.
Dicen con verbo de misa
César Andrés y alegría
de miel la voz y ambrosía
la de Tamara Melisa
No son todos los que están,
ni están todos los que son
pero atiendan la invitación
los que son y los que están.
con talentos merecidos
llamando a los bendecidos
a tierra de agricultores.
Unos vuelan cual saetas
flechando los corazones
afirmando las ilusiones
de esta criolla pareja.
Que en la calle Carampangue
los invita muy contentos
a celebrar su casamiento
en la nación de Talagante.
Estaremos de amanecida
dichosos los corazones
y sus buenas predicciones
al aguaite de su venida
que matrimonios abundan
en el mundo millonario
pero en el veterinario
las ternuras se saturan
cuando los seres queridos
aceptan este convite
que ni una vez se repite
en estos campos floridos.
Dicen con verbo de misa
César Andrés y alegría
de miel la voz y ambrosía
la de Tamara Melisa
No son todos los que están,
ni están todos los que son
pero atiendan la invitación
los que son y los que están.
Emitiré un discurso para brindar. Esa es mi gracia. Hacer discursos y exponer a ustedes, la fantasía de un brindis ecuménico.
Partiré
diciendo que me declaro católico y episcopal, pero no tengo santos en la corte celestial…
para qué voy a decir una cosa por otra… no
tengo ni un solo pituto …
No me refiero a los santos que vuelan, ni menos a las patronas con velas.
Me refiero a los santos que necesito y
que son milagrosos de verdad, artífices de milagros absolutos… imposibles, como
ganar el Kino o llevar el Colo a la
segunda división. El que encuentre el santo que me avise. Escúchanos
señor te rogamos… ¡Y que viva esta bendición! ¡Salud! Pero todavía no.
-
tío, para qué le voy a decir una cosa por otra.
Hecho el milagro, no se cuenta el santo.
Así es que… a otra cosa mariposa.
Hecho el milagro, no se cuenta el santo.
Así es que… a otra cosa mariposa.
Esos
santos, apóstoles y patronos de los que hablo, no están en mis oraciones, razón por la cual, al Espíritu
Santo convoco con todas sus consecuencias.
La
presencia del Espíritu Santo es nítida
sobre vuestras cabezas y sobre las frondosas testas, con geles, gomina y las peinadas
con elegancias. Está presente en vuestra mirada de niño inocente, en la rubia huachiturra, en todos los ausentes
y todos los presentes, en el ave de los árboles con su canto florido, en el
pálpito respetuoso del no creyente, en el saludo gentil, en este príncipe
valiente y en mi bonita princesa.
Sin
el Espíritu Santo nada nace, nada se
ata ni nada crece. (Palabras del Cristo del Elqui) Estuvo presente en el primer encuentro pololo. Está presente
en las abuelas y sus manteles bordados,
en las viandas de las tías, en los carnavales y juegos de los primos y en
cada familiar presente, que se reúne en
estas tierras campestres para ensalzar el inicio de una familia y su simiente.
La
tribu viene desde tierras tan lejanas que se nos sale del mapa, pero ustedes - Tamara
y César – nunca saldrán de sus corazones, porque el corazón de la familia crece sin medida,
es inconmensurable la crecida, desde el origen inmemorial de sus apellidos - vasco
y navarro - hasta el futuro inalcanzable de sus tatara-nietos aborígenes. Así lo ha dispuesto el Espíritu Santo para toda la parentela. Y él, está muerto de sed, así es que; ¡bebed! ¡Pero todavía no!
Con esta cita a
lo divino, los celebrantes y celebrados, quedan autorizados para desatarse con locura sobre este banquete ataviado, a costa de los
novios que en campos de agricultura ya fueron enlazados. Y el uno con el otro,
religiosamente vacunados.
No me refiero a
la vacuna veterinaria - par de doctores - sino a la vacuna en forma de rito solemne,
a esta ceremonia sagrada, dígase liturgia ecuménica, apoteosis o consagración
en fértiles tiempos de trilla. Me refiero a la vacuna contra las pestes que
atacan a los matrimonios… a la vacuna que invoca la felicidad perpetua… deseo
imposible de cumplir, por lo cual
decimos que la perpetuidad es la del día a día.
Y
hay que arrimarle el hombro, con el pago
trimestral de las contribuciones, con seducción, con la eliminación de las francotiradoras, la compra de los artefactos electrodomésticos
y el advenimiento de la prole, pero más que nada con el respeto del uno al otro
y con el olvido por la ofensas. ¿Qué
culpa tiene el Wanderers de ganarle al Colo?
En
la arquitectura del amor que ustedes van a edificar, no hay mapa, ni hoja de
ruta, ni cartas del tarot, ni elíxir, ni hechizos. El amor es una fuerza
inmaterial potente, y más tenue que un anillo.
Y para qué sigo,… en las oraciones que les enseñamos en el kinder - y con las dos manitos - están los recordatorios. Y si no; recuerden al Tata Colores. No se olviden de rezar…juntos… La oración es simple; mirarse a los ojos, limpios,
siempre.
Tenemos
tanta sed como el Espíritu Santo y
queremos puro beber con este par de tórtolos. Así es que brindaremos, pero aguántense
los corderos y los maitenes, los chincoles y los pasteles, porque todavía no.
Aquí
están mis hijos Tamara Melisa y César
Andrés, los desposados, los bien amados, marido y mujer, ligados en esta
tierra apacible, declarados esposos por los Santos Oficios y todas las de la
Ley, acto que los faculta para celebrar contratos de toda índole y por acuerdo
vehemente entre las partes, para reproducirse…
con mesura hijos míos… porque los
tiempos no están como para multiplicar la reproducción de las especies. La
especie es abundante, innumerable y excesiva y crece en forma exponencial, como las deudas. Alegrémonos entonces, de la Buena Noticia queridos todos, y que el familión reunido a la usanza criolla,
comunique a todos los confines, esta
unión, lo más pronto posible, antes que
el Espíritu Santo - que hace rato está con la mano en la copa - se
nos muera de sed. A Dios gracias, ¡brindemos! pero ahora sí, por él, por ustedes y por
nosotros.
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