La tarea...

La gente grita que quiere un futuro mejor, pero el futuro es un vacío indiferente, mientras que el pasado está lleno de vida.

Su rostro nos excita, nos irrita, nos ofende y por eso queremos destruirlo o retocarlo.

Todos quieren hacer de la memoria un laboratorio para retocar las fotografías y rescribir las biografías y la historia.

BRINDIS PARA LOS RECIEN CASADOS


Talagante, 25 de Febrero 2012

La paya p'al casamiento
Emergen estos amores
con talentos merecidos
llamando a los bendecidos
a tierra de agricultores.

Unos vuelan cual saetas
flechando los corazones
afirmando las ilusiones
de esta criolla pareja.

Que en la calle Carampangue
los invita muy contentos
a celebrar su casamiento
en la nación de Talagante.

Estaremos de amanecida
dichosos los corazones
y sus buenas predicciones
al aguaite de su venida

que matrimonios abundan
en el mundo millonario
pero en el veterinario
las ternuras se saturan

cuando los seres queridos
aceptan este convite
que ni una vez se repite
en estos campos floridos.

Dicen con verbo de misa
César Andrés y alegría
de miel la voz y ambrosía
la de Tamara Melisa

No son todos los que están,
ni están todos los que son
pero atiendan la invitación
los que son y los que están.

Emitiré un discurso para brindar. Esa es mi gracia.  Hacer discursos y exponer a ustedes,  la fantasía de un brindis ecuménico.
Partiré diciendo que me declaro católico y episcopal,  pero no tengo santos en la corte celestial… para qué voy a decir una cosa por otra…  no  tengo  ni  un  solo  pituto …  No me refiero a los santos que vuelan, ni menos a las patronas con velas.  Me refiero a los santos que necesito y que son milagrosos de verdad, artífices de milagros absolutos… imposibles, como ganar el Kino o  llevar el Colo a la segunda división.  El que  encuentre el santo que me avise. Escúchanos señor te rogamos… ¡Y que viva esta bendición! ¡Salud! Pero todavía no.
Me sospecho que César Andrés conoce el nombre del santo bendito,  porque encontró a su  virgencita amarrada con un trapito.  Le pregunté como lo hizo… Y en privado me dijo:
-      tío, para qué le voy a decir una cosa por otra.  
    Hecho el milagro, no se cuenta el santo.   
    Así es que… a otra cosa mariposa.
Esos santos, apóstoles y patronos de los que hablo,  no están en mis oraciones, razón por la cual,  al Espíritu Santo convoco con todas sus consecuencias.
La presencia del Espíritu Santo es nítida sobre vuestras cabezas y sobre las frondosas testas, con geles, gomina y las peinadas con elegancias. Está presente en vuestra mirada de niño inocente,  en la rubia huachiturra, en todos los ausentes y todos los presentes, en el ave de los árboles con su canto florido, en el pálpito respetuoso del no creyente, en el saludo gentil, en este príncipe valiente y en mi bonita princesa.
Sin el Espíritu Santo nada nace, nada se ata ni nada crece. (Palabras del Cristo del Elqui) Estuvo presente en el primer encuentro pololo. Está presente en las abuelas y sus manteles bordados,  en las viandas de las tías, en los carnavales y juegos de los primos y en cada familiar presente,  que se reúne en estas tierras campestres para ensalzar el inicio de una familia y su simiente.
La tribu viene desde tierras tan lejanas que se nos sale del mapa,  pero ustedes  - Tamara y César – nunca saldrán de sus corazones,  porque el corazón de la familia crece sin medida, es inconmensurable la crecida, desde el origen inmemorial de sus apellidos - vasco y navarro - hasta el futuro inalcanzable de sus tatara-nietos aborígenes.  Así lo ha dispuesto el Espíritu Santo para toda la parentela.  Y  él,  está muerto de sed, así es que; ¡bebed!  ¡Pero todavía no!
Con esta cita a lo divino, los celebrantes y celebrados,  quedan autorizados para desatarse con locura  sobre este banquete ataviado, a costa de los novios que en campos de agricultura ya fueron enlazados.  Y el uno con el otro, religiosamente vacunados.

No me refiero a la vacuna veterinaria - par de doctores - sino a la vacuna en forma de rito solemne, a esta ceremonia sagrada, dígase liturgia ecuménica, apoteosis o consagración en fértiles tiempos de trilla. Me refiero a la vacuna contra las pestes que atacan a los matrimonios… a la vacuna que invoca la felicidad perpetua… deseo imposible de cumplir,  por lo cual decimos que la perpetuidad es la del día a día.
Y hay que arrimarle el hombro,  con el pago trimestral de las contribuciones, con seducción, con  la eliminación de las francotiradoras,  la compra de los artefactos electrodomésticos y el advenimiento de la prole, pero más que nada con el respeto del uno al otro y  con el olvido por la ofensas. ¿Qué culpa tiene el Wanderers de ganarle al Colo?
En la arquitectura del amor que ustedes van a edificar, no hay mapa, ni hoja de ruta, ni cartas del tarot, ni elíxir, ni hechizos. El amor es una fuerza inmaterial potente, y más tenue que un anillo.  Y para qué sigo,… en las oraciones que les enseñamos en el kinder  - y con las dos manitos -  están los recordatorios. Y si no;  recuerden al Tata Colores.  No se olviden de rezar…juntos…  La oración es simple; mirarse a los ojos,  limpios,  siempre.
Tenemos tanta sed como el Espíritu Santo y queremos puro beber con este par de tórtolos. Así es que brindaremos, pero aguántense los corderos y los maitenes, los chincoles y los pasteles, porque todavía no.
Aquí están mis hijos Tamara Melisa y César Andrés, los desposados, los bien amados, marido y mujer, ligados en esta tierra apacible, declarados esposos por los Santos Oficios y todas las de la Ley, acto que los faculta para celebrar contratos de toda índole y por acuerdo vehemente entre las partes, para reproducirse…  con mesura hijos míos…  porque los tiempos no están como para multiplicar la reproducción de las especies. La especie es abundante, innumerable y excesiva y crece en forma exponencial,  como las deudas. Alegrémonos entonces, de la Buena Noticia queridos todos,  y que el familión reunido a la usanza criolla, comunique a todos los confines,  esta unión, lo más pronto posible,  antes que el Espíritu Santo  - que hace rato está con la mano en la copa - se nos  muera de sed. A Dios gracias,  ¡brindemos!  pero ahora sí, por él, por ustedes y por nosotros.




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