La tarea...

La gente grita que quiere un futuro mejor, pero el futuro es un vacío indiferente, mientras que el pasado está lleno de vida.

Su rostro nos excita, nos irrita, nos ofende y por eso queremos destruirlo o retocarlo.

Todos quieren hacer de la memoria un laboratorio para retocar las fotografías y rescribir las biografías y la historia.

LARGO VIAJE V - VIVA CUBA 2000 -




La autopista central de Cuba no tiene señalética. Ninguna.  En la noche aquello es un riesgo. Michael J. FoxMarty Mc Fly en la película Volver al Futuro - ya se despista al no tener demarcaciones en la nocturna carretera de asfalto de un año 50.
- Podrían pintarla. 
- ¡Qué buena idea! 
Me desplazo en un taxi nocturno con dueño; algo inusual en Cuba 2000.  El chofer, al cual pude convencer que me aventara de Cienfuegos a Báez, tiene un formato español. Es parco, serio y tiene algo de aburrido. Hasta que en la charla me cuenta que es un ex soldado de Vietnam. 
- ¿Cómo son los vietnamitas? 
- Guerreros y calladitos. 
Han vivido toda su vida en guerra, fueron paridos en una choza, entre explosiones de morteros y bengalas como en las películas. Nacieron hasta del vientre de la madre; baleados. Ni siquiera tienen una esperanza de la victoria para alcanzar la paz. 




Tam Coc
- La guerra para ellos es el modo de vida perpetuo.
Con los chinos, con Tailandia, con los japoneses, los franceses, los gringos. Siglos y siglos de guerra. Nunca van a tener la posibilidad de disfrutar nada. Lo único que saben es pelear. Estirpe de guerreros ¡Qué iban a hacer allí los gringos!
- Viví en los arrozales del Vietcong escuchando los altoparlantes de los gringos. Esos estaban todos drogados. Disparaban en las noches de lluvia del monzón, de torrentes eternos de lluvia, Porque sí. Por aburridos, por asustados, por gastar, por hacer algo. Lluvia y barro. Ningún enemigo a la vista porque casi siempre no estaba.
No; allí nadie reza, a menos que se esté muriendo. Pero más que de dios, se acuerdan de la mamá.

Me acordaba yo de Fidel en esas noches; el último fin es el Hombre.
- A veces volábamos puentes. Y después nos tiraban morteros. Me decían que me cuidara de los amigos porque aunque yo era cubano, parecía un español y había soldados de Franco haciéndoles el trabajo a los gringos.

Si las películas las hicieran los españoles; se sabría. Los gringos creen que el pasodoble es francés y esos españoles; "latinos".



















Llego a Báez y mi conductor ingresa conmigo a la casa de mis amigos. Se sienta en la mesa y almuerza con nosotros. ¡A ver qué taxista en Chile se atrevería a seguir a su pasajero hasta el living de una casa y entrar sin pedir permiso! Lo celebro, pero  me incomoda la falta de escrúpulos y al mismo tiempo me vivifica el discurso, mi discurso:  “todos iguales” . Otra cosa es vivirlo. Pasamos la tarde bebiendo y fumando. Ya de noche partimos a LA HABANA.

- ¡Policía caminera! Me van sancionar por llevar pasajeros fuera de mi área. 






















Me siento culpable y me recojo en el asiento delantero. Soy extranjero vulnerando las prohibiciones.  Bajamos la velocidad. Los pasamos  ¿Y si lo hubieran detenido?  ¿Y si decide robarme? Dos opciones. 
Imagino una carretera minada hacia HANOI y al borde de ella; los parásitos, la fiebre, el cólera, el disparo de morteros, niños quemados por el napal, muchas explosiones y bengalas, una fila de soldados y civiles con trastos y harapos.
Me imagino en esta noche sin guerra y viajando por la apacible carretera vacía. Una noche de guerra sobrevolando la selva como un silente piloto de helicóptero sin culpas, sobre arrozales nocturnos. Sin culpas digo, porque los acontecimientos de la Historia, los que quedan en las enciclopedias, pasan frente a nuestras narices mientras intentamos sostener la rutina cotidiana,  sumar un día al otro sin epopeyas, ni épicas. Vivir como un mortal común ya es una odisea,  en Hanoi, aquí o en Chile.













- ¿Y cómo es el tráfico en Vietcong? 
- No respetan nada. Exceso de velocidad, descuido de los peatones y de los ciclistas. La vida no importa. No se cuida ni la propia. La piel sirve para hacer billeteras. Me traje una donde guardo los permisos para conducir. Regresé a Cuba sin novedades. 


Hoi An
El taxi con dueño algo aburrido y distante, corre por la noche de la Autopista Nacional hacia La Habana y es hermosa porque, sin otras luces más que la luna, parece una larga y angosta lengua de la luna llena por la que perfectamente podrías subir al cielo.



LOS BEATLES EN CUBA - Jorge Grez from Festival Cielos del Infinito on Vimeo.

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