La tarea...

La gente grita que quiere un futuro mejor, pero el futuro es un vacío indiferente, mientras que el pasado está lleno de vida.

Su rostro nos excita, nos irrita, nos ofende y por eso queremos destruirlo o retocarlo.

Todos quieren hacer de la memoria un laboratorio para retocar las fotografías y rescribir las biografías y la historia.

VIVIR LA EPIFANIA

Desde ayer me río diferente. Un sonido gozoso, como la vieja canción de THE TURTLES; HAPPY TOGETHER, rejuvenece los muros y el cielo raso del living. 
El seco jardín viaja con su sed y sufre el desprecio de los vivos a la memoria de Juan Salgado sentada en un muro de ladrillos que ya no existe. 
Juan prepara sus exámenes de medicina mientras la pandilla juega una pichanga de fútbol. Luego a la ducha, a bañarnos con shampoo Linic y a desodorizarnos con una barra de Dolly Pen. "El desodorante activo" a 10 escudos en el almacen de la esquina.
Bañados, le daremos un beso a la chica desnuda del poster. Yo te recuerdo y te escribo perfectos centímetros del poster. Nos cabías bajo el brazo. 
Están todos los que alguna vez creí fantasmas; Ellos: Reggie,  Germán el delirante,  Hansel; el casi cura y Tato; que no es cura. Falta Juan.  Ellas:  María Angélica; viuda, Gloria; viuda.   María; dos veces viuda y  mi hermana Sally; viuda.  Falta Raquel. 
A Dios gracias ninguno de nosotros se casó con alguna de ellas. Estamos vivos. Germán sí se matrimonió con María pero solo por un año y por eso,  está "casi vivo". Pero los demás; estamos.  Nos reímos.

Y está la madre, Sra. Eliana; viuda, quien responde a mi regalo de ROSAS ROJAS, con un rosario de madera del tamaño de mis errores y olvidos. 
Está pequeña y riendo porque su vieja casa - donde ya no vive - se ha llenado de risas que no han cambiado sus tonos ni retintines. En su voz se requiebra el vigor que ahora tiene, pero no altera su modo sencillo y de afecto incondicional a la pandilla. 
Debe ser muy poderoso estar con personas que fueron niños, amigos, esposas, viudas de una travesía que va desde STAND BY ME hasta FIELDS OF GOLD, que es como decir desde los pañales hasta los bastones de apoyo. Una vida de 90 años. 
Eliana solo ríe y no llora de alegría, no más porque ella sabe que las chicas grandes no lloran.
Y María Amelia; no la reconozco. Ha cambiado por supuesto, pero sus ojos intactos son los del lugar y el día.  Sospecho el lugar y el suceso pero no pudo fijar el día,  por lo que mi silencio tiene sonido . (Fue en tu primer día de mujer).  Debe ser la más joven porque no es viuda aunque ya sabe que lo mejor es la soledad. Estudia Derecho.
Hablamos todos a la vez y nos bebemos a zarpazos y con los ojos, las huellas que la vida ha dejado en nosotros para saborearnos las esperas en los maternidades y aeropuertos, en las estaciones del tren, navidades, en las clases del colegio y sociales, en bautizos y  en defunciones; tantas ya. Y en amores fallidos. 
Un 4 del húmedo Agosto de nublada claridad, un cumpleaños de Octubre con tortas aromadas de un Marzo colegial o un Enero perfecto y músical que resalta el compás del alma,  trazan las historias... ¡Qué decir!  Parloteamos sin contención.
Pero nuestro mes es el de Diciembre y el día; el ocho, el de la vírgen de Lo Vásquez y del asesinato del John Lennon. 
El hombre es el único animal que sueña con la música. Me lo dijo un día Juan. 
O me lo dijo Reggie: El viento es un cultivo de azahares que viene en cajitas de música sacra.  Anda a saber quién me sopló estas frases indelebles,
Es cierto, la música que persisto en oir, porfiadamente, me ha hecho soñar toda la vida y por algun misterio, cada instante vivido está marcada por ella. Se ha sacralizado en los oídos.
Escucho todo lo vivido;  todo.  La paternidad para empezar, la épica, la batalla, la rebelión, la paz, la fraternidad, la muerte, el intelecto, la euforia, el tiempo, la complicidad, la incertidumbre y la vana certeza, la traición, la divinidad infantil, la nostalgia y el azar. La política. Por allí entre medio estuvo el Amor cubriendo cada espacio entre ellos. También el silencio del sonido que tienen los recuerdos. Por curiosidad y por jugar. Y ahora por sobretodo, la Amistad. 
Está detrás de mi inmensa cabeza, prueba indesmentible de mi extremada delgadez, el Reggie, mi amigo hermano de quien añoro su gentil y elegante sentimiento, su fineza en el trato.Ya es abuelo y maestro cuyos alumnos se privilegiande sus enseñanzas. 
El de la guitarra es el flaco Bazáes...el que se las sabía todas. 
Germán; El Cuervo, es el de chaleco blanco, parece celeste en aquella sesión de neofolklore en el salón de actos del viejo Seminario San Rafael. Veloz y precoz. Veloz por su característica de puntero derecho, medias abajo inalcanzable. Precoz  porque fue el primero en fumar, el primero en pololear, el primero en casarse, el primero en ser padre; Sandro se llama su hijo que hoy calza 49 añitos. Fue también el primero y el último en trabajar. El del bombo leguero es Cajellas de quien escuché las primeras palabras racista respecto de la gente de color que nunca habíamos visto. Seguramente era de cuna ese sentimiento ¿Quién sabe? Quilpueínos todos con la excepción que confirma la regla (2008)

Mientras conversamos, como si continuáramos una conversación detenida en el ayer de hace cuarenta y tanto años, pasan muchas cosas a la vez.  
Las palabras del otro nunca son inmutables pues vienen cargadas de inflexiones de jocosa jactancia y humildad, disfraces con desnuda sinceridad y pasan cosas detrás de ellas. Incluso detrás de los parlantes pasan cosas.
Y está la casa, tan grande ayer y tan diminuta hoy, su arquitectura de hogar, con sus aleros abiertos para mejorar la ventilación del techo.  Las baldosas del patio han mejorado su color y su pulido y los árboles han crecido a pesar de sus mutilaciones hasta transformarse en pura sombra. Hay aquí, un espejismo. 
Don Germán; el esposo de la Sra. Eliana,  salta la cuerda con sus botas para caminar.  Se prepara para la peregrinación. Asistirá con nosotros a declamar y testificar su fe con pasos, millones y millones de ellos a los pies de la Gratia Plena, la Inmaculada Concepción.
Me escabullo para recorrer la casa y llegar hasta el dormitorio donde un 8 de diciembre de algún 60’ el Flaco Bazáes tuvo una polución nocturna al regresar de la peregrinación Lo Vásquez. ¡Cómo pudiste!
Hay nítida conciencia de este presente nuestro, de la actualidad plena del momento,  pero miles de planos de otros tiempos se superponen cuando escucho y veo.    Les pasa a todos. 

Ellas hablan aquí pero se nota que además están en otras partes que son partes nuestras.  Mías.
Hablan de Maruja - mi primera novia que recordaba como María Jesús -  pero a mí me hablan. Hace más de cuarenta años y mucho más, que no escuchaba esa palabra viajando por el aire, detonar en otras bocas y llenarlo todo;  Maruja. 
Viaja desde un profundo olvido y suena fuera de mí. Es muy fuerte.
Me inquieto porque el amor es agua que lava, viento que limpia, fuego que une y queda allí, en lo mejor de nosotros; aunque algunos le digan cenizas.
Miente quien dice no recordar el primer amor. Esa puerta que se abre a un paisaje gigante, donde estará quien nos acompañará para un trayecto breve o infinito.
Un aluvión de imágenes que de ella atesoro me abre otro plano de vida donde estuve cargado de incertidumbres, miedos  y ansiedades. Y también enamorado. Me siento vulnerable adolescente y lo disfruto porque si bien amé en el pasado, ilusionado, la vida me ha permitido seguir amándola con la serenidad de hoy. 
Como Fellini, creo que el amor es un continuum (de mis clases de latín)... que pasa por todas la mujeres de la vida incluidas las madres, abuelas, primas, tías, compañeras  y por supuesto las amigas.
María Angélica está intacta, tal como era y  mejor que todos en esa sincera fragilidad y franqueza que me conmueve:
- No has cambiado - 
- Dale mis saludos a la Quela - Su voz mantiene la dulzura.
Hansel, el teólogo,  se acerca - cuando mejor escucho -  a soplarme al oído; 
- “Los poetas son soberbios” y suena a “GREEN ONION”. 

El cine Carrera estaba frente a la parroquia de Quilpué. Para el sepelio de mi abuela Auristela ya era un sitio eriazo.
Llegué tarde a su misa final. Entre las columnas de la parroquia apareció Germán;
- Qué viejo estás - me dijo.
Finalizó el responso. Tomé las asas del ataúd de mi abuela y nunca sentí tan grande peso. Al llegar al atrio se me apareció el vacío de lo que alguna vez fue el CINE CARRERA y se asomaron las imágenes, fantasmas, de todo lo que amé. (2007)




Germán me lo confirma: - Viví en excesos
Y le replico con la voz de Williams Blake:
 - "El camino del exceso lleva al palacio de la sabiduría". 
Decir esto sin avergonzarse requiere su dosis de embriaguez,  pero también la certeza de no temerle al ridículo. Certeza que solo los amigos de infancia permiten. (Stand by me)
Blake recorre entre nosotros con sus dichos pero ahora en voz de Hansel:  
- La desnudez de la mujer es la obra de Dios.  
- Alabado sea -  le respondo - Y tú también ... que se te ha ocurrido llamarnos a esta epifanía.
- Dios, siempre habla en silencio.

La mejor voz de Reggie me suena de una particular y material manera, casi descalza, para reconocer mi verdadera huella digital. 
Lo escucho porque lo mejor para la música es el silencio y porque detrás de todo, aparece la esfera del murmullo y el universo de la calle De Veer 1488, que así se llama en homenaje a la primera persona en observar y registrar un espejismo polar. 
La vida es pura llama
 y vivimos de un Sol invisible 

que está en nosotros.(Browne)
Y qué mejor nombre para celebrar el lugar de ubérrimos espejismos. Miles de ellos - escurridizos todos - son el fondo de esta coincidencia con nuestra huella digital. Me sorprende usar esta palabra arcaica;  ubérrimo, asociada a la fecundidad, al hecho feliz de mamar y lactar; a la ubre y lo copioso. Será por el momento infantil que vivimos, me digo. Piensa que te hablo del tiempo en que se escribían cartas manuscritas, sí,  esas con caligrafía  cuando la respuesta inmediata, te llegaba un mes después de tu misiva. Era antes del tiempo de los misiles y de los pantalones "pata de elefante". 
Escucho en silencio a Reggie, porque me resulta atractivo cómo mira el mundo, sus hijos, su esposa. Habla de sus alumnos con una pasión pedagógica que conmueve.  Sus palabras fluyen y las reconozco porque son mi huella digital.  Lo fueron siempre.  Las reconozco porque están hechas a semejanza de las mías.  ¿Cuánto de él soy yo?     Y al revés también. De cuando nuestros monstruos y ángeles saltaban de su cerebro al mío y del mío al suyo. 
Son palabras "de un profeta,  
escritas en las paredes de un subterráneo,  
de un conventillo,  y murmuradas 
en los sonidos del silencio". 
Mientras fluyen sus palabras más suaves que un violín de vinilo, me escucho hablar con pasión. 
Me siento un fantasma buscando los dibujos que hicimos en las paredes del cuarto poniente.       Hansel nos asegura que bajo los modernos emblemas del Everton, mi club regalón,  todavía los Beatles cantan Ob la di Ob la da



El terror en el camarote de invierno con viejas historias del mundo de Illapel; capital Cárcamo,  contadas por Reggie o por sus primos de Limache estaba en ese cuarto al fumar un per-fumado Lucky Strike; sin filtro para escupir lejos - como los adultos vaqueros del cine - un puñado de dólares. Ojalá pudiéramos contar con esos dólares,  para bebernos una gaseosa de papaya y gastar la tarde jugando un flipper antes que la noche nos haga un til o un game over.
Un domingo, mientras pasa el nocturno tren expreso  Santiago - Puerto, al que le decíamos el Conejo Blanco,  como a ese del País de las Maravillas,  Heidrich nos dio a probar la mermelada de tomate  ¿Qué será de Nilda?

Vibran los surcos del vinilo que gira sobre el Stereo Vox - IRT - solid state,  de Tato y a coro susurran I CAN'T TAKE MY EYES OFF YOU
Pero al Tato le gustan los Bee Gees, los Rolling Stones. Nunca le gustaron los Four Seasons ni Frankie Valli. Me cuenta que trabaja en radio ¿Han escuchado hablar de la ola perfecta?   ¿La tormenta perfecta?   Existe el trabajo perfecto y lo tiene el Tato. Todo lo que conversamos es título de alguna canción. ¿Por qué?    December 1963,  ¡Oh, what a night
Recordamos y llamamos a Lalo Gardella. Deseamos su felicidad y que el caso Chispas no lo aparte de nosotros. 
María ríe. El tono de su risa es firme y consistente cuando le digo al oído:
- Estás filete. 
Al cielo raso, por supuesto que le falta la mano de pintura de Rafael Alberti y una claveteada a lo Serrat, para que vuelva a recuperar su recto nivel, en la lozana región de los sueños y del sagrado tedio adolescente; ese paisaje necesario para asomarse a la poesía. Esa poesía que fue nuestra huella adolescente;  huella digital que nos hermana para siempre.


¡Qué manía esa,  la de contar todo! 
Claro, los días son números, las estrellas lo son, como las horas, como el tiempo infinito,  pero aquí y en la sumatoria,  hay un asomo de eternidad. No puede ser posible que coincidamos en un comentario vanal pero de significado sorprendente:  ¡Estás  igual!
(Es que nos estamos mirando desnudos)
En alguna parte la canción dice:
"Recuerda
los días son números
cuenta las estrellas.
Sólo podemos ir más lejos.
Algún día, sabrás donde estás"

Pues,  este es el día y el lugar,  aquí ; con ellos.
La luna inmensa y naranja se aparece, rotunda.
Deben ser las tres de la azabache noche 
como el pelo de Gloria.
como los ojos de Gloria.
¡Qué bello nombre para celebrar la vida!
La luna es un disparo. 
El agujero es una rotunda bala. 
Le dispararon a John Lennon; lo mataron. 
Reggie se quiebra de impotencia. 

Esas balas del 8 de diciembre también viajaron simultáneamente hacia nosotros, hacia el mundo de paz que juramentamos y soñamos. Esa cultura de tolerancia y respeto, insoportable para los violentos, se apagó en esa muerte. 
John sangró por todos,  y esperanzados como estamos,  murmuramos:  sólo está durmiendo
Han pasado 34 años de su muerte y recién ahora, con Reggie, Hansel, Tato y con Germán podemos lamentarnos y dolernos. Hay tristezas que solo con algunos se comparte. Solo con ellos es posible este duelo.

Nos despedimos de madrugada. Son las 4.30 A.M del 8 de Diciembre de 2014 y son 10 horas recordando, es decir, volvieron a pasar por nuestros corazones las mejores amistades que deparó la vida. Qué novedosa fortuna. 
En el paradero 19,  Freire con San Martín,  los taxis del amanecer nos hacen señas con sus luces altas. Nos resistimos a separarnos y parecemos listos y a punto para iniciar el día, y  si bien estamos frescos por este baño de recuerdos, no estamos aptos para continuar despiertos. Estamos alucinados y en éxtasis porque vivimos de nuevo para una larga vida, para empezar de nuevo.  Perplejos al vernos hoy tal cual fuimos ayer en nuestra realidad candorosa y sensible; la situación es apoteósica. 
Cada uno de nosotros y a su tiempo fue convocado por esa adolescente que llamamos, libertad. El significado de libertad es; destino incierto.   Aquel tiempo lo fue para nosotros, nos separamos para cada uno a hacer de su vida lo mejor que pueda. Lo cierto es que pese a ese aforismo, el destino nos tenía reservado un punto de encuentro en el tiempo para mirarnos nuevamente como quien regresa de una guerra.    Lo hicimos   ¡Díganme si no es un milagro!
Al clarear el alba sabemos - ahora - que no hay ningún adiós perfecto ni inmutable. La eternidad es posible. 
Volveremos a juntarnos. Claro que sí.  En verdad nunca nos separamos,  porque somos más permanentes y reales que una huella digital.  
Mírate el dedo principal, ese que se apreta contra los otros y ve tú la huella, eso somos;  imborrables. Y de la misma mano.

Feliz Navidad;  la guerra terminó.  Hemos vuelto a casa.


The Rat Pack






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