En la Colonia una quinta parte de las utilidades de los latifundios iban a las
arcas de las autoridades de la época. De
allí viene el nombre QUINTA Y NORMAL, deviene de la Escuela Normal de Preceptores que sirvió de Norma y de Regla,
desde los tiempos de Bernardo O´Higgins y a la cual debía ajustarse la
enseñanza en el país. La escuela Normal es una escuela matriz de la que se derivan las
demás escuelas. En la Escuela Normal se forma y educa al Maestro y se le enseña
a enseñar.
La idea de pedagogía está implantada más, desde los albores de
la República y menos, de esa idea francesa del Liceo. Hay detrás de esto un profundo sentido de nación. Los próceres
de la independencia latinoamericana y en
especial los de la Logia Lautariana, sabían que nación y educación son casi
sinónimos puesto que esta última le da el sentido a la primera. Es la obra más genuinamente chilena y patriótica ¿Lo sospechan nuestros próceres
contemporáneos? ¿Comprenderán lo que es un Estado Docente?
Las sombras centenarias que cubren las escasas áreas verdes
de las municipalidades de Santiago tuvieron su origen cachorro, en el vivero de plantas de la Quinta Normal.
Ayer caminamos con Eitel y las chicas, por sus senderos;
descubriendo plantas y apuntalándoles el nombre exótico y que tan bien
pronuncia Eitel en latín. Esas floras no
tienen letreros para evitar el robo de los “chorros, contentos y amargaos”, según Discépolo
Me imaginé
caminando con sombrero de copa y guantes, con un bastón. Bastó esa ilusión para que Mary
Poppins me lo dejara en un banco en forma de paraguas abandonado que completó
la escena imaginaria. Me lo apropié. Lo
abrí pero no volé.
En esa especie de trance conjeturé sobre el tamaño de los
carruajes, el sonido de los pasos acompasados de engalanados caballos percherones con sus riendas sobre la
arenilla de los senderos y los pasos de
una hermosa dama con su cuerpo cubierto por una liviana tela de verano. Ella
lleva sombrero con velo. Su cintura podría marearme si la entornara hacia mi
abrazo. Pudiera besarla, si me acercara
su mejilla suave y podría entornarle al caracol de su oídos un bonjour madamoiselle. Si te fijas no lleva sostenes. Ellos están apunto de popularizarse y todavía no llegan al país.
El olor es despampanante en mis narices. Es de una
fragancia suave y gentil. Acaba de
llover y las hojas se han lavado del espeso verano y reverdecen las
perspectivas limpias por el escaso
público. Las siluetas de los troncos están dispuestas en el orden de la ordenanza
y la euritmia del siglo anterior.
EITEL me muestra aquellas especies foráneas plantadas por CLAUDIO GAY. Vemos un alcornoque. Y pensamos en Portugal, el gran productor de corcho cuyos árboles son mórbidos en la producción de corteza que tan bien se aviene al gollete de las botellas de vidrio. Malamente denostamos a los sustitutos de PVC, que cual clones los imitan y no permiten detectar oportunamente si el vino está correcto o azumagado. Solo los hongos que impregnan un corcho del Quercus Suber son delatados oportunamente por los intersticios del genuino corcho, antes de agredir nuestro paladeo de sommelier. El sello de PVC incluso puede cometer la traición de introducirse en la botella por su escaso de coheficiente de rozamiento, apocarse hacia el interior del vino y flotar acomplejadamente sobre el contenido alazano de un carmenére, como efectivamente me ocurrió al regresar de la incursión al pasado vegetal del tiempo y de la luz de la QUINTA NORMAL.
EITEL me muestra aquellas especies foráneas plantadas por CLAUDIO GAY. Vemos un alcornoque. Y pensamos en Portugal, el gran productor de corcho cuyos árboles son mórbidos en la producción de corteza que tan bien se aviene al gollete de las botellas de vidrio. Malamente denostamos a los sustitutos de PVC, que cual clones los imitan y no permiten detectar oportunamente si el vino está correcto o azumagado. Solo los hongos que impregnan un corcho del Quercus Suber son delatados oportunamente por los intersticios del genuino corcho, antes de agredir nuestro paladeo de sommelier. El sello de PVC incluso puede cometer la traición de introducirse en la botella por su escaso de coheficiente de rozamiento, apocarse hacia el interior del vino y flotar acomplejadamente sobre el contenido alazano de un carmenére, como efectivamente me ocurrió al regresar de la incursión al pasado vegetal del tiempo y de la luz de la QUINTA NORMAL.
Se ven variados tipos de aves y el famoso loro argentino, un ave chillona y agresiva con las especies locales - depredadora y hermosa - que no convive con otras especies, campea con su sonido en un abeto del que se han apropiado. Tal vez ello explique la ausencia de gorriones o tal vez estos últimos prefieren las arboledas constreñidas del centro de Santiago donde le pechan a cualquier paloma por un resto de barquillo. Porque con estos ché de plumas verdes y sonido agreste, no se la pueden.
También hay promesas de amor en el chongo de un tronco cortado de raíz. Chongo será, pero allí permanecen las raíces que deseo eternas para C y J ... esos mudos nombres de enamorados.
El invernadero es de una estructura hermosa y es el punto negro en el recorrido. Está deteriorado porque fue renovado con los materiales “modernos” incapaces de sobrevivir doce meses y de uso frecuente en “kermeses” y “stands” y “show rooms”.
También hay promesas de amor en el chongo de un tronco cortado de raíz. Chongo será, pero allí permanecen las raíces que deseo eternas para C y J ... esos mudos nombres de enamorados.
El invernadero es de una estructura hermosa y es el punto negro en el recorrido. Está deteriorado porque fue renovado con los materiales “modernos” incapaces de sobrevivir doce meses y de uso frecuente en “kermeses” y “stands” y “show rooms”.
Existen Invernaderos Fríos, Temperados y Cálidos, para usos específicos (orquídeas, especies acuáticas o plantas bulbosas). Invernaderos de Multiplicación. Invernaderos para forzar la producción de árboles frutales, viñas, plantas ornamentales y los Jardines de Invierno. El de la Quinta sería de estos t tiene gran similitud con los invernaderos del Parque des Chateau de Ravelet, Cherbourg y el del jardín de Massey en Tarbes.
Los grafiteros la han transformado en la
esquelética pizarra sufriente de todas las agresiones averbales y preorales
propias de cuadrúmanos raggetoneros. No
han hecho más que escupir su gargajo de aerosol
hacia la idea del connotado naturalista RUdolPH Philippi; diseñador y
constructor del jardín botánico y director de Museo Nacional de Historia
Natural.
Rudolf Philippi y su hijo Friedrich, ambos paseando por el Jardín Botánico del Parque Quinta Normal hacia 1902 |
Les Grandes Serre:
- Jardin des Plantes [1834 - 1836], Muséum national d’Histoire naturelle de Paris.
- Palm House [1844 - 1848], Kew Gardens, Londres.
- Grande Rotonde (1874 - 1876], Serres Royales de Laeken, Bruselas.
- Palmenhaus [1880 - 1882], Schönbrunn, Viena. y
Así y todo sigue siendo un lugar hermoso, para educados soñadores, crédulos e ingenuos porque hoy, al “igual que en la vidriera irrespetuosa de los cambalaches, se ha mezclado la vida con los chorros, maquiavelos y estafaos”.
En 1875, se construyó el invernadero o el jardín de
invierno, la plaza central, la laguna, la sala de Bellas Artes, las
dependencias que constituyen el Museo Nacional de Historia NATURAL. Se han adicionado otras, como el Museo de Arte Contemporáneo.
el Museo de Ciencia y Tecnología, me
trajo los recuerdos de cuando lo visité con mis hijas no crecidas. Ese recuerdo
es de sudores, carreras. ¡Qué difícil es acudir con niños a lugares de reflexión! Me asombra la resistencia, paciencia y resignación que tuve con
ellas. Me merezco una medalla o por lo menos una certificado de adopción de los
ángeles del cielo.
También están allí los Museos de la Corporación
Privada para la Divulgación de la Ciencia y Tecnología, el Museo de Ciencia y
Tecnología, el Museo Ferroviario de Santiago y el Museo Infantil.
Vi una casona victoriana consumida
por un incendio que pareció ser su sede.
Queda el esqueleto, lo cual me permitió analizar la estructura constructiva de
ese tipo de viviendas y concluir que tiene mejores estándares que las actuales
en lo que respecta confortabilidad,
opinión compartida por la manada de roedores que se apropiaron de
ella y las torcazas de
las canaletas repletas y desbordadas de nidos.
Dicen que todavía está la Facultad de Medicina, el cité
Las Palmas y la Yein fonda. De ninguna de las tres pude percatarme con algún
asomo de su existencia. Sin embargo salí hacia la calle de la Gruta de Lourdes
y la basílica del mismo nombre, cuya curiosa arquitectura según la voz de Eitel
es de Mordor. Se me hace algo medio bizantino
musulmán y pagano.
LA GRUTA y la BASILICA DE
LOURDES
Mi abuela Auristela, radical de tomo y lomo de la facción
de Pedro Aguirre Cerda, e ilustre profesora devota de la Virgen María que se le
apareció a la señorita Bernardette, cada vez que venía a Santiago y me subía al
avión, no perdía ocasión de visitar esta réplica de la gruta original para
hacer algunos pedidos.
Me cuenta que también trajo pedidos de otras
preceptoras. No sé si todas eran radicales
pero son tan culpables como mi abuela,
de mis arrodillaciones.
En mi imaginación de niño me parecía que la gruta era la que
era, o sea, la de Francia, que estaba
donde debía estar; en una montaña y el agua que salía de su grifería era;
bendita. Ahora que la veo
hecha en estuco de hormigón armado y con
un surtidor medidor de Aguas Andinas, mi atención cruza la calle donde está la
basílica de Lourdes.
Mal que mal la
basílica tiene 70 metros de altura y parece una fortaleza sacada de un capítulo
del Castillo de Greyscol y según Eitel; de Mordor.
Con eso huevos tipo Alien y los
guardianes custodios o profetas de la escultora Lily Garafulic alrededor de la
cúpula, la basílica es interesantísima,
merecedora de cualquier inversión y
hermosa como ella sola. Como ella no hay otra igual. Será por los minaretes tan
musulmanes.
Para variar estaba
cerrada, señal de que está en remodelación a causa de nuestra perpetua condena
y peste ocasional; los terremotos.
En la laguna artificial se desplazan
unos gansos y nos detenemos a ver cómo el espejo del cielo se mueve como una
tela rota por la quilla y al pechazo de los gansos.
Siempre me intrigó este
lugar que conocí primero por fotos:
1.- Mi tío
Michel está de terno y corbata con unos remos sobre un bote de esta
laguna. Está con su bigote rubio y su copete en el pelo como el joropo de Elvis Presley y seria sonrisa.
2.-Salvador Allende parado en un tosco
muelle, con la laguna sus espaldas y de
pie, tenso a disparar el obturador hacia
quien lo retrata. Imaginar al prócer Allende en menesteres de ciudadano a pie,
pagando entrada, buscando un baño, con dolor en sus callos; lo humaniza
bastante, a pesar de que él afirmaba ser
“carne de estatua” como efectivamente ocurrió.
Desde que era un niño viajero de la lejana Punta
Arenas, la laguna me pareció sin límites
y hasta posible guarida del monstruo de la Laguna Negra. Hoy la veo pequeña, pero en mis reflexiones y recuerdos, es más grande, notable y poderosa. Intensa. Lo que demuestra la
relatividad de los espacios físicos en la poética. Y en la memoria de aquellos provincianos que
no la han visitado.
Escucha lo que canta Sonia Soto:
Don Otto y don Federico
se fueron a la capital
Se fueron a andar en bote
rumbo a la Quinta Normal.
El bote tenía un hoyito
por donde el agua entró
Don Otto le hizo otro hoyito
por donde el agua salió.
Han adicionado juegos de agua - donde corren los niños
- y los chorros sorpresivos causan
carcajadas en los mayores. Los niños actuales me parecen tan mesurados y
correctos. Son tan, muy finos y educados
que usan paraguas para pasar bajo los arcos del agua. Qué elegantes.
Si yo fuera niño, estaría colocando el pie en el agujero por donde sale el agua o le incrustaría una piedra, para explorar hasta dónde puede ser lanzada o apuntaría el chorro con la suela de mi zapato hacia el ojo de un compinche despabilado atravesándolo con mi espada de agua como si él fuera un monstruo. Le dispararía piedras. Le pondría mi sombrero en la punta de su dibujo. Manipularía las posibilidades. Rompería las reglas del juego. Le haría morisquetas con la lengua, la bebería y la lanzaría para ganarle en la distancia del escupo. Le dispararía con el reflejo de un espejo, la besaría con la punta de mi nariz y le pondría polvos Yupy de sabor naranja y hasta le echaría una meada para vencerla en una lucha de cañerías de milico.
La cancha de tenis, en la que los mozos que pagaban 20 centavos para
ver a las señoritas Brown y Amenábar cómo disfrutaban un set de tenis con la descollante manipulación de su raquet,
aún está siendo utilizada para un deporte menos fino; el Baby fútbol. Esa
pichanga de cinco por lado y último gol gana.
Por los interiores de la QUINTA NORMAL pasa un sudoroso “runnig” corriendo detrás del
significado de su existencia. Debo decir que la existencia le llevaba varios cuerpos
de ventaja e iba “mezclá con Stavisky, Don Bosco y La Mignon, Don Chicho y Napoleón, Carnera
y San Martín“
A la salida, un
clásico aroma de nuestros recintos públicos;
un sangüchero de potitos los vocea por luca.
Si no fuera que ya invitamos a Eitel a disfrutar de
nuestros recursos marinos en un restorán de categoría multimillonaria, me lanzaría a la aventura de hincarle el diente a la leyenda ancestral de las veredas y el bartoleo de las calles de los recintos multitudinarios.
Total
ahí mismo y al frente, está el Centro de Electroestimulación Funcional
- ojalá que Intestinal - del Hospital San Juan de Dios, por si me viene
un patatús. Bon apetit.
Continuaré fantaseando con ese tufaso que - más temprano que tarde - me doctorará en atleta de largo aliento por los circuitos culinarios de Santiago donde atemperaré mi circuito digestivo de proezas sin igual. Ingerirlo y vivir para contarlo.
Eitel frente al Juego de Aguas |
2 comentarios:
Recuerdos de mi niñez en Rancagua, década de los 50 y 60
"Don otto y don Federico, se fueron a la capital,......... "
Esta canción quiero encontrar su letra pero no lo he logrado si se la sabe envíemela por favor
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